Consejos esenciales para cambiar de casa con un bebé

Las mudanzas nunca son fáciles, ya que implican mucha planificación, preparación y trabajo duro. Sin embargo, se convierte en un reto aún mayor cuando tienes pequeñas manos que se meten en las cajas de la mudanza y pequeños dedos de los pies con los que tropezar cuando menos te lo esperas. Mudarse con niños pequeños es difícil, pero no es nada comparado con mudarse con un bebé que llora a pleno pulmón por culpa de una siesta alterada.

Entonces, ¿qué puede hacer para facilitarle la mudanza a su angelito y mantener la cordura en el proceso? Bueno, hay una serie de pequeños consejos que pueden ayudarle a mudarse de casa con un bebé con éxito y sin problemas.

A continuación encontrarás una descripción de cada uno de estos pasos de Bebés Victoria que puedes adoptar cuando vayas a mudarte para que la transición sea tranquila tanto para ti como para tu hijo.

EMPIEZA A EMPAQUETAR CON ANTELACIÓN

Cuando te mudas con un bebé, lo primero que tienes que hacer es planificar la mudanza con mucha antelación. Mudarse de una casa a otra requiere mucho trabajo de embalaje, y con un recién nacido que reclama tu atención, las horas de la siesta y el acostarse temprano serán los únicos momentos en los que podrás centrarte por completo en la mudanza en sí. Por tanto, empieza a hacer las maletas pronto y a un ritmo lento, dando prioridad a las necesidades de tu bebé cuando esté despierto. Hacer las maletas el último día es uno de los errores críticos que hay que evitar en una mudanza.

Mudarse de una casa a otra requiere mucho trabajo de embalaje, y con un bebé que exige tu atención, las horas de la siesta y las primeras horas de acostarse serán el único momento en que podrás centrarte por completo en la mudanza en sí. Por tanto, empieza a hacer las maletas pronto y a un ritmo lento, dando prioridad a las necesidades de tu bebé cuando esté despierto. Hacer las maletas el último día es uno de los errores críticos que hay que evitar en una mudanza.

AJÚSTATE A LA RUTINA DEL BEBÉ

Cuando te mudes con un bebé a cuestas, recuerda que respetar su rutina es importante. No alteres sus horas de siesta o alimentación por el bien de la mudanza. Planifica la mudanza en función de sus horarios. Empaqueta las cajas de la mudanza cuando esté dormido e incluso planifica la mudanza en un momento en el que esté despierto y más activo para que la transición no perturbe su descanso.

HABLAR CON LOS NIÑOS PEQUEÑOS

Mudarse con niños pequeños conlleva sus propios retos. Los bebés no suelen ser conscientes de lo que les rodea y pasan gran parte del día durmiendo. Los niños pequeños están acostumbrados a ciertos entornos, a ciertas personas y a hacer las cosas de cierta manera. Si cambias su habitación de una casa a otra, no sólo se preguntarán por qué, sino que tendrán grandes rabietas por querer volver a casa. Por eso es importante hablarles de la mudanza y convertirla en una aventura preparándoles mentalmente para el nuevo entorno.

Lo ideal, antes de mudarse con niños pequeños, es llevarles a visitar su nueva casa, ayudarles a entender que ahora vais a vivir allí y enseñarles su habitación vacía y pedirles ideas para decorarla. Esto hará que se entusiasmen con el proceso de la mudanza y estarán deseando decorar su habitación con su creatividad.

EMPAQUETA LA HABITACIÓN DEL BEBÉ EN ÚLTIMO LUGAR

Aunque es obvio que hay que empezar a empaquetar con mucha antelación, la habitación del bebé debe ser la última en empaquetarse. Puedes guardar los muebles o enseres que no vayas a necesitar en los días previos a la mudanza, pero en el caso de los bebés, hay muchas cosas a las que, sin duda, tendrás que tener acceso inmediato, como la ropa, los pañales, la cuna y los juguetes. Por eso es mejor empaquetar la habitación del bebé el mismo día de la mudanza o un día antes.

PREPARA UNA BOLSA PARA LA MUDANZA

Incluso cuando prepares la habitación del bebé, debes marcar todas las cosas esenciales que necesitarás inmediatamente después de la mudanza y guardarlas por separado en una bolsa o portabebés. Así podrás atender las necesidades del bebé sin tener que desembalar cajas el día de la mudanza si estás demasiado cansada. Comida de bebé, leche, agua, pañales, ropa y su peluche favorito son algunos de los artículos que no pueden faltar en esta bolsa.

CONTRATA A UNA EMPRESA DE MUDANZAS

Las mudanzas son una tarea ardua y si puedes contratar ayuda, hazlo. Un camión de mudanzas no sólo tiene mucho más espacio que tu coche, lo que reducirá el número de viajes que tienes que hacer, sino que el camionero y su equipo generalmente pueden echarte una mano para trasladar los muebles de tu casa a la nueva.

DEJE QUE ALGUIEN CUIDE DEL BEBÉ EL DÍA DE LA MUDANZA

Sí, vas a contratar a alguien para que te ayude con la mudanza, pero es posible que también tengas que recoger y transportar muebles pesados por las escaleras y, seamos francos, no puedes hacerlo con un bebé en brazos. Si tienes familiares o amigos en la ciudad con los que tu bebé esté familiarizado, pídeles un favor y deja que cuiden de tu pequeño por un día.